martes, 29 de enero de 2013

Debutando en esto de los blogs

Llevaba tiempo dándole vueltas a la cabeza con esto de exponer mis pensamientos en forma de letras para que todo el mundo los leyese. Y esta tarde por fin me he atrevido a meterme en este loco hábitat virtual después de un tiempo en las redes sociales y en los microbloggings. Sé que a veces a uno le puede molestar lo que se piensa y lo que se dice, y más en unos tiempos en los que se mira con lupa a la gente o que incluso se controla con el viejo método de la oreja en la puerta cual berlanguesca portera del franquismo. Pese a quien le pese, finalmente me atrevo a escribir, a exponer lo que pienso y lo que creo; y por ello me obligo a mí mismo a redactar de manera puntual todo lo que se me venga a la cabeza.

Habrá gente que se preguntará: "¿A qué viene lo del título? ¿A qué se refiere con lo de 'A Fesoriazos'?" Eso tiene fácil explicación. La fesoria (azada) es uno de los aperos de labranza más carismáticos en Asturias. No sólo por su función para cavar sino también por ser uno de los protagonistas más tétricos de la historia profunda de muchos pueblos y aldeas. ¿Quién no ha oído alguna vez que mataron a una persona a base de golpes con una azada, o como se diría en esta tierra, a fesoriazos? Pues eso amigo lector, en estos textos espero no dejar indiferente a nadie y si tengo que dar un golpe con el hierro lo daré sin despeinarme, aunque cada día que pase me quedarán menos pelos sobre la cabeza. 


Ahí la tienen, a la elegante a la par que temida fesoria, que tantas veces a colaborado en las diferentes economías, y que en algún momento se convertía (y se sigue convirtiendo) en un arma tan mortífera como tosca. Y eso es lo que pretendo, que mis pensamientos caven en la profundidad, y si en algún momento se convierten en un arma prefiero que piensen que no llevaba gorra y que me dio demasiado el sol en la cabeza...